Javier Belmonte
L'Eliana 2000 julio 2016, nº 11
La crisis económica y política que estamos padeciendo está dejando en un segundo plano los síntomas y efectos cada vez menos reversibles del cambio climático producido por la propia actividad humana. Estos son algunos de los ejemplos de la situación:
- El hielo del Ártico se está derritiendo a un ritmo superior al esperado.
- Cada mes de este año ha sido de media el más cálido registrado a nivel mundial para el mes correspondiente.
- Las concentraciones de dióxido de carbono en la atmósfera, que han ido rompiendo los registros de todos los años desde hace décadas, este año están aumentando de manera acelerada.
- En Siberia se está derritiendo el permafrost, la capa de suelo permanentemente helada, por lo que el sustrato está colapsando.
- Obama, en una visita a Yosemite, señaló que “los arroyos se están secando, los pájaros se están desplazando al norte y el mayor glaciar del parque, que llegó a ocupar una milla (1,6 kilómetros), ahora casi ha desaparecido”.
- España: Un 20% menos de agua en 25 años.
Ludovico Einaudi compuso una pieza de piano para la ocasión
En este ambiente los expertos en sus estudios medioambientales están descubriendo que el Ártico se está convirtiendo en un escenario tristemente privilegiado del cambio climático. El deshielo del Ártico tiene una relación directa con el clima global y con el incremento de los fenómenos meteorológicos extremos que registran áreas densamente pobladas de Europa y Norteamérica. La aceleración del cambio climático global se debe, según los expertos, a que las temperaturas han aumentado durante las últimas décadas alrededor de dos veces más rápido en el Ártico que en latitudes medias, pero este efecto tiene repercusión global, especialmente en el hemisferio norte.
El proceso ha entrado en un bucle cerrado de retroalimentación negativa. Una de las causas de este fenómeno parece ser la retroalimentación entre cambio climático y deshielo. Así, el aumento de las temperaturas derrite el hielo del Ártico y deja al descubierto una mayor superficie marina, que es más oscura que el hielo y por tanto absorbe más radiación solar y se calienta más rápidamente.
El deshielo del Ártico está alterando también la corriente en chorro en el hemisferio norte. La corriente en chorro es un flujo o canal de aire que se desplaza al sur del Ártico y que tiene mucho impacto en las condiciones meteorológicas en Europa y en las zonas del norte de Ásia y América. Greenpeace busca generar conciencia sobre las consecuencias del deshilo del Ártico y para ello ha organizado un histórico concierto de piano en su entorno.
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