Sí, vino Blanca, pero no Viernes. El espacio de actos de la biblioteca de L'Eliana se llenó, sobre todo de niños jóvenes y jóvenes niños, bastantes mamás, pocos papás e incluso algún profesor y un periodista. Lorena Barroso, organizadora incansable del Club de la Lectura, presentó al autor del libro: Javier Sarti (Valencia, 1954), autor de La memoria inútil y El estruendo.
Blanca es Alba Barrueco Lillo, sobrina, y en este caso, musa del escritor.
Blanca y Viernes es un relato de 156 páginas en formato de bolsillo. Se trata de la primera incursión de este narrador en el campo de la literatura juvenil, dirigido a lectores de la edad de la protagonista: Blanca, diez años, que, mientras pasa el verano en la casa familiar de la playa, lee Robinson Crusoe. Como se sabe, el texto de Daniel Defoe, considerado la primera novela inglesa y publicado en 1719, cuenta la historia de un náufrago en una isla que sólo tiene a un indígena por toda compañía, al que bautiza con el nombre de Viernes. Blanca también conocerá a Viernes y con él compartirá una increíble aventura. Interesante historia que ha ilustrado Ximena Maier, quien confiesa haber utilizado la técnica que le es habitual: dibujar a mano con plumilla y tinta china, para después colorear con el ordenador.
Javier Sarti no ha deseado contar una historia fantástica e infantil, sino que ha procurado presentar una realidad próxima, cotidiana, como es la sugerida por la llegada de subsaharianos a nuestras costas. El pequeño Viernes vino en patera. Historia de una amistad con final feliz que ha de interesar al público al que se destina, los lectores en torno a los diez años de edad. Esos que, según apuntaba la semana pasada, leen menos de lo que se dice, pese a la amplia oferta que ofrecen las editoriales; una oferta superior a las ventas. ¿Qué explicación tiene ¿Por qué, conociendo el mercado, se publica más literatura juvenil que la necesita la demanda Estas preguntas me las ha formulado un asiduo a esta columna. Y he conseguido la respuesta: «El crecimiento inusitado de la producción de este año no responde a una necesidad real del mercado, sino a una dinámica de competencia entre las propias editoriales por el espacio limitado de los puntos de venta». (Anuario sobre el libro infantil y juvenil 2006).
Así se comprende que más de uno de estos libros tengan un nivel literario tan bajo, lo que no es el caso de Blanca y Viernes, cuidadosamente escrito, minuciosamente construido por Sarti.
RAFA.PRATS@telefonica.net
Fuente levante-emv.com
Blanca es Alba Barrueco Lillo, sobrina, y en este caso, musa del escritor.
Blanca y Viernes es un relato de 156 páginas en formato de bolsillo. Se trata de la primera incursión de este narrador en el campo de la literatura juvenil, dirigido a lectores de la edad de la protagonista: Blanca, diez años, que, mientras pasa el verano en la casa familiar de la playa, lee Robinson Crusoe. Como se sabe, el texto de Daniel Defoe, considerado la primera novela inglesa y publicado en 1719, cuenta la historia de un náufrago en una isla que sólo tiene a un indígena por toda compañía, al que bautiza con el nombre de Viernes. Blanca también conocerá a Viernes y con él compartirá una increíble aventura. Interesante historia que ha ilustrado Ximena Maier, quien confiesa haber utilizado la técnica que le es habitual: dibujar a mano con plumilla y tinta china, para después colorear con el ordenador.
Javier Sarti no ha deseado contar una historia fantástica e infantil, sino que ha procurado presentar una realidad próxima, cotidiana, como es la sugerida por la llegada de subsaharianos a nuestras costas. El pequeño Viernes vino en patera. Historia de una amistad con final feliz que ha de interesar al público al que se destina, los lectores en torno a los diez años de edad. Esos que, según apuntaba la semana pasada, leen menos de lo que se dice, pese a la amplia oferta que ofrecen las editoriales; una oferta superior a las ventas. ¿Qué explicación tiene ¿Por qué, conociendo el mercado, se publica más literatura juvenil que la necesita la demanda Estas preguntas me las ha formulado un asiduo a esta columna. Y he conseguido la respuesta: «El crecimiento inusitado de la producción de este año no responde a una necesidad real del mercado, sino a una dinámica de competencia entre las propias editoriales por el espacio limitado de los puntos de venta». (Anuario sobre el libro infantil y juvenil 2006).
Así se comprende que más de uno de estos libros tengan un nivel literario tan bajo, lo que no es el caso de Blanca y Viernes, cuidadosamente escrito, minuciosamente construido por Sarti.
RAFA.PRATS@telefonica.net
Fuente levante-emv.com
RESUMEN:
Todos los veranos Blanca se traslada con sus padres a la casa de la costa. Nunca ha disfrutado de la playa, pero desde que está leyendo Robinson Crusoe el mar le parece distinto. Un día sorprende a un niño africano escondido en la cabaña que hay en su jardín. Le llamará Viernes. Ambos compartirán una increible aventura para que nadie le descubra, pero todo se complica cuando las vacaciones se terminan. Si Blanca se marcha, ¿cómo podrá ayudar a Viernes?
Todos los veranos Blanca se traslada con sus padres a la casa de la costa. Nunca ha disfrutado de la playa, pero desde que está leyendo Robinson Crusoe el mar le parece distinto. Un día sorprende a un niño africano escondido en la cabaña que hay en su jardín. Le llamará Viernes. Ambos compartirán una increible aventura para que nadie le descubra, pero todo se complica cuando las vacaciones se terminan. Si Blanca se marcha, ¿cómo podrá ayudar a Viernes?
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