Me presento al Consejo como Presidente de la Asociación de Vecinos de Montesol de L’Eliana, en coordinación con Juan Ponce mi compañero de la Asociación 9 de Octubre de Vilamarxant, ambos como representantes electos por las asociaciones relacionadas con el estudio, conservación y participación ciudadana del medio ambiente y del patrimonio natural y cultural. Nuestras actuaciones están coordinadas y distribuidas en el espacio natural del Parque por la línea de L’Eliana a Riba-roja, en mi caso aguas abajo y en el suyo aguas arriba, y coordinadas como Asociación adherida con la Coordinadora en Defensa de los Bosques del Turia como vocal nato en el Consejo y representada por mi compañero en la misma Francisco Pellicer, como Vicepresidente de la Coordinadora nombrado en la Junta de Gobierno:
Creo que la mejor forma de expresar nuestros objetivos que representamos en esta mesa, sin querer cambiar el mundo e intentando mejorar nuestro entorno más inmediato para su uso natural, fluvial, cultural, agrícola, educativo, etc., es trasladar mi propia experiencia:
Yo vivo en L’Eliana, donde se acaba de cumplir el 50 aniversario de independencia municipal de la Puebla de Vallbona, época donde convivían solo unos 700 vecinos. Hace quince años decidimos trasladarnos desde Valencia a L’Eliana (que tenía unos 8.000 habitantes) huyendo de la hostilidad de un gran ciudad, con contaminación, atascos, aglomeraciones, estrés, etc., buscando un entorno natural que nos transmitiera equilibrio, tranquilidad y paz. En la actualidad en L’Eliana somos unos 16.000 vecinos, supongo buscando lo mismo.
Pero esta hostilidad dejada atrás se nos acerca por la propia Autovía que nos une a Valencia, trayendo una serie de amenazas e impactos al entorno buscado. Expondremos por lo menos tres:
° El mayor impacto medioambiental, 200 torres y 13 km. de líneas de alta tensión. El Ayuntamiento de L’Eliana en 2004 firmaba un convenio con las eléctricas por la que éstas se comprometían a presentar un estudio de viabilidad de desmantelamiento y traslado de la subestación transformadora de L’Eliana. Mientras se nos decía que “esta subestación, es estratégica a nivel nacional y podríamos dejar a media España y parte de Europa sin Luz”, las eléctricas todavía no nos han presentado el referido estudio. En un punto anterior el equipo redactor del Plan de Prevención de incendios del Parque, nos había adelantado que está estudiando la redacción de un Decreto que coordine la legislación de líneas de alta tensión con la legislación de zonas boscosas para poder continuar con las talas de árboles debajo de las líneas, que ahora se va a llamar limpieza de vegetación (para disminuir la capacidad combustible y de inflamabilidad de las mismas).
° La contaminación del agua del río, así como la pérdida de caudal ecológico, aumentando la mortandad de peces por ambos motivos. “Sin el agua del río no habría árboles que pudieran quemarse en un incendio”.
° El propio hombre, por sus actuaciones incívicas, y al que hay que controlar, ya que hace un uso indebido de los recursos protegidos.
Por todo ello, ruego a las administraciones aquí reunidas (Confederación Hidrográfica del Júcar, varias Consellerias, Diputación y Municipales) que coordinen sus actuaciones para conseguir dichos objetivos.
Creo que la mejor forma de expresar nuestros objetivos que representamos en esta mesa, sin querer cambiar el mundo e intentando mejorar nuestro entorno más inmediato para su uso natural, fluvial, cultural, agrícola, educativo, etc., es trasladar mi propia experiencia:
Yo vivo en L’Eliana, donde se acaba de cumplir el 50 aniversario de independencia municipal de la Puebla de Vallbona, época donde convivían solo unos 700 vecinos. Hace quince años decidimos trasladarnos desde Valencia a L’Eliana (que tenía unos 8.000 habitantes) huyendo de la hostilidad de un gran ciudad, con contaminación, atascos, aglomeraciones, estrés, etc., buscando un entorno natural que nos transmitiera equilibrio, tranquilidad y paz. En la actualidad en L’Eliana somos unos 16.000 vecinos, supongo buscando lo mismo.
Pero esta hostilidad dejada atrás se nos acerca por la propia Autovía que nos une a Valencia, trayendo una serie de amenazas e impactos al entorno buscado. Expondremos por lo menos tres:
° El mayor impacto medioambiental, 200 torres y 13 km. de líneas de alta tensión. El Ayuntamiento de L’Eliana en 2004 firmaba un convenio con las eléctricas por la que éstas se comprometían a presentar un estudio de viabilidad de desmantelamiento y traslado de la subestación transformadora de L’Eliana. Mientras se nos decía que “esta subestación, es estratégica a nivel nacional y podríamos dejar a media España y parte de Europa sin Luz”, las eléctricas todavía no nos han presentado el referido estudio. En un punto anterior el equipo redactor del Plan de Prevención de incendios del Parque, nos había adelantado que está estudiando la redacción de un Decreto que coordine la legislación de líneas de alta tensión con la legislación de zonas boscosas para poder continuar con las talas de árboles debajo de las líneas, que ahora se va a llamar limpieza de vegetación (para disminuir la capacidad combustible y de inflamabilidad de las mismas).
° La contaminación del agua del río, así como la pérdida de caudal ecológico, aumentando la mortandad de peces por ambos motivos. “Sin el agua del río no habría árboles que pudieran quemarse en un incendio”.
° El propio hombre, por sus actuaciones incívicas, y al que hay que controlar, ya que hace un uso indebido de los recursos protegidos.
Por todo ello, ruego a las administraciones aquí reunidas (Confederación Hidrográfica del Júcar, varias Consellerias, Diputación y Municipales) que coordinen sus actuaciones para conseguir dichos objetivos.
Javier Belmonte
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