C. FERNÁNDEZ VALENCIA lasprovincias.es
Uno de los puntos donde el Ayuntamiento ha instalado sonómetros
Valencia tendrá una decena de sofisticadas cámaras distribuidas por el sur de la ciudad y sobre todo por los barrios de Patraix, Malilla, San Marcelino y San Vicente para controlar a los aviones que provoquen ruido. Esta exigencia será la que transmitirá el Ayuntamiento de Valencia a Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) quienes están redactando el pliego de condiciones de un proyecto que se pondrá en marcha en 2009 y con el se pretende sancionar a los aviones que infrinjan la normativa de seguridad.
Tras numerosas reuniones y continuadas quejas, el Ayuntamiento solicitó a AENA que pusiera medios para multar a los aviones que pasaran por la ciudad porque estaban hartos de soportar las continuas quejas de los vecinos. AENA admitió el problema y aceptó instalar esta red de monitores en la ciudad que registrarán cada avión que pase por el casco urbano, por dónde entra, la altura a la que vuela y el ruido que emite. Los aparatos estarán conectados a un software que permitirá remitir todos los datos captados a la estación central, que se situará en el aeropuerto. Este sistema está funcionando en Madrid y en Barcelona y en Valencia se pondrá en marcha en el primer semestre de 2009 porque previamente se debe redactar el pliego de condiciones, presentar el concurso en el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE) y adjudicarlo a una de las pocas empresas especializadas en esta materia y que se encuentran en Dinamarca en el norte de Europa.
El proyecto asciende a 900.000 euros y al año se deberá invertir 300.000 euros para el mantenimiento de las cámaras y que estén al día en todo momento y graben con nitidez.Durante la primera quincena de septiembre, el Ayuntamiento se reunirá con Aeropuertos Españoles porque su prioridad es agilizar el proyecto. "La empresa deberá decidir dónde van a colocar las cámaras y esperemos que las ubique donde consideramos", añadieron desde la concejalía de Contaminación Acústica. Mientras las cámaras se instalan, el Ayuntamiento ha colocado una decena de sonómetros por la ciudad para controlar el ruido generado por el paso de los aviones.
El Ayuntamiento de l'Eliana, por su parte, anunció ayer, por el contrario, que no va a pedir a AENA que instale cámaras. El alcalde, José María Ángel, detalló que va a solicitar a la empresa que gestiona el aeropuerto de Manises que estudie con el radar el trazado que siguen los aviones y que sancione a los que salgan de los pasillos marcados por el mapa del ruido del aeródromo.
"Si los aviones vuelven a usar el espacio aéreo que tienen asignado, no sobrevolarán nuestro pueblo. Es innecesario colocar aparatos", indicó Ángel, que reiteró que a principio de mes se reunirá con el presidente vecinal y el delegado del Gobierno, Ricardo Peralta, para abordar el problema.
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El área metropolitana exige que se estudie si los aviones incumplen la normativa del ruido
Algunos municipios piden compensaciones mientras otros planean instalar sonómetros
M. RODRÍGUEZ/J. MIQUEL VALENCIA
Un avión gana altura nada más despegar de la pista del aeropuerto de Manises
Las quejas por el ruido que generan los aviones, tanto en el despegue como en el aterrizaje, se suceden como si de fichas de dominó se tratase.
Después de que una agrupación de vecinos de l'Eliana denunciasen que 40 naves sobrevuelan cada día 5.000 chalés, residentes de todo el área metropolitana también han alzado su voz.
Los Ayuntamientos, mientras tanto, llevan meses reuniéndose entre ellos y con AENA para exigir que se lleven a cabo estudios sobre la contaminación acústica causada por la actividad en el aeropuerto de Manises. Los Consistorios quieren que se determine si se está incumpliendo la normativa.
Mislata es un claro y cercano ejemplo de localidad que quiere que se realice un análisis de esta índole. El Ayuntamiento aprobó el pasado año una moción de EU en la que solicitaba que se adoptaran las medidas oportunas para mitigar el ruido de los vuelos de aviones sobre el casco urbano. El Consistorio exigió al Ministerio de Fomento un estudio acústico de las actividades del aeropuerto de Manises que afectaran al municipio, cuyo espacio aéreo esta incluido en la trayectoria de los aviones cuando maniobran para aterrizar. El Ayuntamiento propone que se cree una tasa impuesta a las compañías destinada a cubrir las necesidades de los vecinos afectados por el ruido de los aviones, como la insonorización de sus viviendas. Las compañías aeronáuticas pagarían en función de una serie de parámetros, como el tamaño del avión y el ruido que genera. En aquella sesión también se dejó abierta la posibilidad de que el Consistorio pida a la Conselleria de Sanidad la instalación de sonómetros en las terrazas de las viviendas afectadas por el paso de los aviones.
Esta iniciativa no es exclusiva de Mislata. La colocación de estos aparatos para medir los decibelios alcanzados al paso de un avión es una exigencia de varias localidades próximas a Manises, como Xirivella. Técnicos municipales de esta población, junto a Valencia y otras afectadas por el ruido, se reunieron el pasado mes de junio con AENA. En el encuentro, Xirivella reclamó precisamente que se estudiara el impacto acústico de las aeronaves cuando van a aterrizar en Manises y sobrevuelan a escasa altura las viviendas de su casco urbano. Según confirmó Míchel Montaner, concejal de este municipio casi limítrofe con el aeródromo, AENA instaló el mes pasado un sonómetro para estudiar ese impacto sobre la población tras la ampliación del aeropuerto y el incremento de vuelos.Los vecinos de Xirivella saben que siempre tendrán que soportar el constante paso de aviones, ya que están muy cerca del aeropuerto. Sin embargo, exigen al menos medidas que mitiguen el ensordecedor ruido que causan, sobre todo por la noche. "Llevamos 10 minutos hablando y ya han pasado tres naves", dice Xavier, un residente del municipio.
Las quejas no llegan sólo de poblaciones casi lindantes con el aeropuerto. En Camp de Túria, a varios kilómetros de Manises, también han percibido aviones que vuelan a baja altura, generando ruido y sensación de inseguridad a los vecinos. Primero fue l'Eliana, luego Llíria y ayer, San Antonio de Benagéber.
Felipe Del Baño, concejal de Urbanismo en este municipio, anunció que el Ayuntamiento va a instalar sonómetros en la localidad para evaluar si los aviones incumplen la normativa sobre el ruido. "También sobrevuelan nuestras casas y hemos recibido quejas de nuestros vecinos e, incluso, algunos de l'Eliana". San Antonio de Benagéber linda con este municipio y, en concreto, está relativamente cerca de Montesol y Entrepins.
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