martes, diciembre 29, 2020

Guadalupe Espinosa, Lupe, tiene 97 años y es de L'Eliana. Se vacunó el domingo en el geriátrico Santos Reyes de Benisanó

Guadalupe Espinosa, Lupe, tiene 97 años y va con una silla de ruedas motorizadas. Como todas sus compañeras, también se vacunó el domingo y ha pasado una noche como todas las demás: «No m'ha fet mal el cap ni res». Lupe cuenta con la ventaja de que le trajeron la cama que usaba en su casa. «A ver si se acaba de una vez por todas esto porque tengo ganas de ir a casa, a l'Eliana, con la familia», afirma. Lupe ama su pueblo y lo considera «el millor del món», asegura en un valenciano claro.

Lupe con sus compañeras y empleadas del geriátrico Santos Reyes de Benisanó

Recuerda que «antes alguna vez íbamos al mercado, podíamos salir a la calle, pero con este bicho, no podemos salir, no nos dejan», se lamenta ante las medidas de seguridad que adoptan en el geriátrico para proteger a los residentes. «Estoy aquí y no me dejan salir. Pero con la vacuna dentro de poco podremos salir a la calle, seguro», confía.

«Me entretengo haciendo calceta. Ahora estoy tejiendo una bufanda rosa y blanca para una nieta. También hago bolsas de ganchillo. ¿Quieres ver una? Mira», mete la mano en una bolsa de plástico donde guarda la lana y las agujas. «Para guardar mis cosas». «Si quieres una tendrás que ponerte en lista de espera», bromea Almudena la enfermera.

Lupe esta sentada al sol, a la puerta de la residencia. Pocas veces puede estar así y no tiene ninguna prisa en volver al salón para seguir tejiendo la bufanda. Mira la calle con deleite y con envidia de quienes están en la acera, fuera de la residencia. «Quisiera salir a pasear por ahí pero no puedo».

Almudena, cuenta que a veces, cuando no había tantos contagios, salían alguna vez, daban la vuelta a la manzana, y volvían al centro. «Pero cuando comenzaron a ponerse otra vez mal las cosas», con el aumento de contagios, de positivos y a morir más gente optaron por refugiarse en el centro. «Están encerrados prácticamente desde marzo y tienen ganas de salir, de estar con sus familias y sus familias de estar con ellos. Esperemos que puede hacerse cuanto antes», desea la joven.

El aroma que sale de la cocina impregna el ambiente y a Lupe la reclaman en el comedor. El baño de sol, mascarilla incluida, queda para mejor ocasión.

Referencia:

https://www.lasprovincias.es

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