Los problemas de falta de Seguridad en la Movilidad persisten. Accidentes en el metro, en las obras de la autovía y ahora en las líneas de autobuses.
Herida. María Isabel muestra la abrasión que tiene en uno de los codos. Voro Contreras
La mujer perdió la consciencia unos segundos al golpearse varias veces contra un bordillo.
M. J. Ros, Valencia
«¡Pare, pare!» , «¡La va a matar!», gritaban
Todo ocurrió en la mañana del miércoles cuando María Isabel Rubio cogió el autobús en Valencia. «Siempre voy con cuidado al subir y bajar los escalones porque son muy altos. Mucha gente lo que hace es saltar, pero yo no puedo por mis problemas de columna. La verdad que son vehículos viejos e incómodos» , se quejó. Ya estaba llegando a su destino -el centro de salud de l'Eliana- y la mujer, consciente de sus limitaciones, se puso en pie para no tardar demasiado en apearse. Una vez en la rotonda, el chófer detuvo el vehículo y María Isabel empezó a bajar los peldaños « de espaldas y sujetándome con los codos» .
Antes de que hubiese terminado, el conductor reanudó la marcha sin darse cuenta de que la mujer se había quedado enganchada en la puerta. María Isabel cayó de espaldas y «fui dándome golpes contra el bordillo» . Durante unos doscientos metros fue «arrastrada por el asfalto» . El resto de pasajeros observaron con horror la escena sin dejar de advertir al conductor. Por fin, el hombre paró. Muchos viajeros bajaron de inmediato a socorrer a la víctima, que estaba aturdida y llena de sangre. «Está viva de milagro» , repetían.
Sin embargo, según la afectada, hubo una persona que no actuó de manera correcta: «El conductor no bajó más que para darme un papel con el nombre de su empresa y dos números de teléfono. No me acercó al centro de salud, como le pidieron, ni llamó a la ambulancia. Al final, y ante la sorpresa de los presentes, arrancó y se marchó. Yo me quedé tumbada en un banco, temblando y llorando. Fueron los pasajeros quienes avisaron a la policía» , apuntó.
Fuente levante-emv.com
La mujer perdió la consciencia unos segundos al golpearse varias veces contra un bordillo.
M. J. Ros, Valencia
«¡Pare, pare!» , «¡La va a matar!», gritaban
Todo ocurrió en la mañana del miércoles cuando María Isabel Rubio cogió el autobús en Valencia. «Siempre voy con cuidado al subir y bajar los escalones porque son muy altos. Mucha gente lo que hace es saltar, pero yo no puedo por mis problemas de columna. La verdad que son vehículos viejos e incómodos» , se quejó. Ya estaba llegando a su destino -el centro de salud de l'Eliana- y la mujer, consciente de sus limitaciones, se puso en pie para no tardar demasiado en apearse. Una vez en la rotonda, el chófer detuvo el vehículo y María Isabel empezó a bajar los peldaños « de espaldas y sujetándome con los codos» .
Antes de que hubiese terminado, el conductor reanudó la marcha sin darse cuenta de que la mujer se había quedado enganchada en la puerta. María Isabel cayó de espaldas y «fui dándome golpes contra el bordillo» . Durante unos doscientos metros fue «arrastrada por el asfalto» . El resto de pasajeros observaron con horror la escena sin dejar de advertir al conductor. Por fin, el hombre paró. Muchos viajeros bajaron de inmediato a socorrer a la víctima, que estaba aturdida y llena de sangre. «Está viva de milagro» , repetían.
Sin embargo, según la afectada, hubo una persona que no actuó de manera correcta: «El conductor no bajó más que para darme un papel con el nombre de su empresa y dos números de teléfono. No me acercó al centro de salud, como le pidieron, ni llamó a la ambulancia. Al final, y ante la sorpresa de los presentes, arrancó y se marchó. Yo me quedé tumbada en un banco, temblando y llorando. Fueron los pasajeros quienes avisaron a la policía» , apuntó.
Fuente levante-emv.com
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