El doctor Tarrazona implantó un broncoscopio rígido por la boca al enfermo y después le operó en el Clínico
F. R./ VALENCIA
El doctor Tarrazona a su llegada al Hospital Naval de Cartagena.
Era cuestión de vida o muerte y los médicos eran conscientes. Habían solicitado el traslado del enfermo a Madrid, pero, al parecer, los problemas burocráticos lo retrasaban. La progresión de la dolencia era de tal magnitud que no había tiempo que perder. Los especialistas que atendían al joven, de 18 años, en el hospital Santa María del Rosell, ubicado en Cartagena, eran conscientes de que moriría muy probablemente en el traslado desde la ciudad murciana hasta la capital de España por carretera con una UVI móvil.
Se ahogaba. No podía respirar. Al chico le habían diagnosticado un problema respiratorio grave. La tráquea se le cerraba sin remisión. Sólo le entraba un hilo de aire a los pulmones. La solución no la tenían en Murcia y Madrid estaba demasiado lejos. No había tiempo.
La esperanza se encontraba en Valencia. Los médicos del joven recurrieron a uno de los mejores especialistas europeos en cirugía traqueal, el jefe del servicio de cirugía torácica del Hospital Clínico de Valencia, el doctor Vicente Tarrazona. Su intervención salvó la vida del joven cartagenero.
Era el martes por la mañana. Le llamaron por teléfono y no lo dudó. El doctor Tarrazona dejó su despacho del Clínico tras recoger el instrumental necesario y salió hacia el helipuerto de La Fe. Le esperaba un helicóptero y partió rumbo a Murcia. Él mismo había aconsejado a los servicios de urgencias de Murcia que contactaran con sus homólogos de la Generalitat para que pusieran a su disposición un transporte rápido.
Y hubo coordinación. Todo, por salvar la vida al joven de 18 años que un mes antes había tenido un accidente de automóvil, se había roto las piernas y en la UVI del hospital murciano donde fue ingresado lo intubaron para ponerle respiración asistida. Había sido dado de alta pero el pasado día 8 de mayo ingresó de nuevo en el centro sanitario Santa María del Rosell de Cartagena aquejado de un problema respiratorio. Los especialistas le habían diagnosticado un estrechamiento de la tráquea, producto de la intubación prolongada que tuvo en la UCI del hospital cartagenero.
‘‘En las últimas 24 horas el problema se agravó y por eso me llamaron. Allí no tienen los medios y les faltó decisión’’, aseguró ayer el doctor Tarrazona.
El viaje en helicóptero fue movido. Soplaba un viento de 25 nudos y el aparato daba bandazos. Un recorrido que se realiza en hora y media costó dos horas. El médico valenciano, natural de Algemesí y residente en l’Eliana desde hace casi media vida, reputado especialista en cirugía traqueal, le introdujo un broncoscopio rígido en la tráquea del muchacho.
El broncoscopio rígido es un aparato que, según el doctor Tarrazona, tiene forma de tubo y permite la dilatación de la tráquea en un primer momento. Esta técnica facilita, por ejemplo, que no se tengan que efectuar traqueotomías para que el paciente pueda respirar.
‘‘Cuando llegué el chaval estaba grave, con 140 de frecuencia cardíaca. Sólo le entraba un hilo de aire. No estaba muriéndose, pero se ahogaba. Cuando le puse el broncoscopio la frecuencia cardíaca llegó a 170’’, explicó el médico valenciano.
El doctor, que fue alcalde de l’Eliana durante casi 15 años, aseguró que no hay muchos médicos en España que sepan utilizar de forma adecuada el broncoscopio rígido. Él dispone de una gran experiencia en este campo, reconocida internacionalmente.
Tras estabilizarlo, y en una UVI móvil, tomaron la carretera de camino a Valencia. El joven quedó ingresado en el Hospital Clínico de Valencia a las 23 horas.
Al día siguiente, el pasado miércoles, el doctor Vicente Tarrazona le aplicó cirugía láser a la zona dañada de la tráquea del muchacho. Ayer le realizó un TAC, el resultado fue satisfactorio y probablemente hoy mismo le dará el alta, aunque con posterioridad tendrá que someterle a otra operación en la tráquea.
F. R./ VALENCIA
El doctor Tarrazona a su llegada al Hospital Naval de Cartagena.Era cuestión de vida o muerte y los médicos eran conscientes. Habían solicitado el traslado del enfermo a Madrid, pero, al parecer, los problemas burocráticos lo retrasaban. La progresión de la dolencia era de tal magnitud que no había tiempo que perder. Los especialistas que atendían al joven, de 18 años, en el hospital Santa María del Rosell, ubicado en Cartagena, eran conscientes de que moriría muy probablemente en el traslado desde la ciudad murciana hasta la capital de España por carretera con una UVI móvil.
Se ahogaba. No podía respirar. Al chico le habían diagnosticado un problema respiratorio grave. La tráquea se le cerraba sin remisión. Sólo le entraba un hilo de aire a los pulmones. La solución no la tenían en Murcia y Madrid estaba demasiado lejos. No había tiempo.
La esperanza se encontraba en Valencia. Los médicos del joven recurrieron a uno de los mejores especialistas europeos en cirugía traqueal, el jefe del servicio de cirugía torácica del Hospital Clínico de Valencia, el doctor Vicente Tarrazona. Su intervención salvó la vida del joven cartagenero.
Era el martes por la mañana. Le llamaron por teléfono y no lo dudó. El doctor Tarrazona dejó su despacho del Clínico tras recoger el instrumental necesario y salió hacia el helipuerto de La Fe. Le esperaba un helicóptero y partió rumbo a Murcia. Él mismo había aconsejado a los servicios de urgencias de Murcia que contactaran con sus homólogos de la Generalitat para que pusieran a su disposición un transporte rápido.
Y hubo coordinación. Todo, por salvar la vida al joven de 18 años que un mes antes había tenido un accidente de automóvil, se había roto las piernas y en la UVI del hospital murciano donde fue ingresado lo intubaron para ponerle respiración asistida. Había sido dado de alta pero el pasado día 8 de mayo ingresó de nuevo en el centro sanitario Santa María del Rosell de Cartagena aquejado de un problema respiratorio. Los especialistas le habían diagnosticado un estrechamiento de la tráquea, producto de la intubación prolongada que tuvo en la UCI del hospital cartagenero.
‘‘En las últimas 24 horas el problema se agravó y por eso me llamaron. Allí no tienen los medios y les faltó decisión’’, aseguró ayer el doctor Tarrazona.
El viaje en helicóptero fue movido. Soplaba un viento de 25 nudos y el aparato daba bandazos. Un recorrido que se realiza en hora y media costó dos horas. El médico valenciano, natural de Algemesí y residente en l’Eliana desde hace casi media vida, reputado especialista en cirugía traqueal, le introdujo un broncoscopio rígido en la tráquea del muchacho.
El broncoscopio rígido es un aparato que, según el doctor Tarrazona, tiene forma de tubo y permite la dilatación de la tráquea en un primer momento. Esta técnica facilita, por ejemplo, que no se tengan que efectuar traqueotomías para que el paciente pueda respirar.
‘‘Cuando llegué el chaval estaba grave, con 140 de frecuencia cardíaca. Sólo le entraba un hilo de aire. No estaba muriéndose, pero se ahogaba. Cuando le puse el broncoscopio la frecuencia cardíaca llegó a 170’’, explicó el médico valenciano.
El doctor, que fue alcalde de l’Eliana durante casi 15 años, aseguró que no hay muchos médicos en España que sepan utilizar de forma adecuada el broncoscopio rígido. Él dispone de una gran experiencia en este campo, reconocida internacionalmente.
Tras estabilizarlo, y en una UVI móvil, tomaron la carretera de camino a Valencia. El joven quedó ingresado en el Hospital Clínico de Valencia a las 23 horas.
Al día siguiente, el pasado miércoles, el doctor Vicente Tarrazona le aplicó cirugía láser a la zona dañada de la tráquea del muchacho. Ayer le realizó un TAC, el resultado fue satisfactorio y probablemente hoy mismo le dará el alta, aunque con posterioridad tendrá que someterle a otra operación en la tráquea.
Fuente lasprovincias.es
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