La Ética en la Política

«Los gobernantes pueden ser grandes si, llevan vidas ejemplares, se guían por principios morales y estimulan a los ciudadanos para ser prósperos y felices». Confucio. Filósofo Chino (551-479 a.C.)



J. JAVIER BELMONTE
José Luis (en la foto, a la derecha), tu aporte académico al foro de la agenda 21 de L'Eliana hace de tus intervenciones lecciones magistrales, como aquél filósofo griego Platón instruía a sus seguidores en su escuela informal de la antigua Grecia en las arboledas de un jardín público y en un gimnasio a las afueras de Atenas, dedicado a Atenea y a otras divinidades, en lo que llegaría a ser conocida como la Academia.

En tu señorial despacho presidido por el retrato militar de tu bisabuelo, jefe de la guardia personal de Carlos VII durante la Tercera Guerra Carlista (1872-1876), te comento que puedo dar fe, como secretario de la mesa abierta con motivo de las elecciones al Consejo Escolar del Instituto por el sector de padres, que en el acta figuran como votantes tan solo 22 de las madres, padres o tutores de los 800 alumnos del Instituto de L'Eliana.

Tu primera reacción es de sorpresa y de preocupación ante la falta de participación de los padres en el proceso educativo de sus hijos. La falta de participación en general es un debate abierto y pendiente de solucionar en el foro de la agenda 21 del que ambos somos miembros.

Ambos estamos convencidos que el camino político de futuro pasa por la participación ciudadana en la búsqueda de un desarrollo sostenible (desde tu primera intervención en el foro ya no hablo de sostenibilidad) como una nueva y pacífica revolución del pensamiento político. Para ello es necesario educarnos en la participación, el respeto mutuo y la tolerancia a la discrepancia.

Como miembro de la Comisión de Ética de la U.P.V. resaltas que hoy es aceptable la diversidad en la religión, educación y cultura, pero detectas ciertos retrocesos de la ética en la política. Ambos estamos de acuerdo que la nueva Ética en la Política pasa por la búsqueda de riqueza en la diversidad. Los políticos muchas veces no cumplen sus promesas electorales, no son capaces de aceptar alegaciones de la oposición o a los ciudadanos que discrepen o tengan sus propias ideas.

Acabo con una frase de tu Laudatio a José Saramago en la Universidad :«¡Sé plural como el universo!», confesaría Pessoa «..no tengo principios, hoy defiendo una cosa, mañana otra, no creo en lo que defiendo hoy, no tendré fe mañana en lo que defienda..», afirmación que no equivale a incertidumbre o a duda, sino, más bien, a la heterogénea riqueza que se ofrece a su pensamiento.