Feria asociativa en L'Eliana

J. Javier Belmonte (*)

El 29 de Mayo por la tarde en el Passeig Secondo Balbín del Parque de la Pinada se desarrolló una Feria Asociativa. Doce de las treinta y siete asociaciones registradas en L'Eliana mostraron sus stands. El Grupo Brisas del Sur (de la Asociación Cultural Andaluza) y una Minimostra de Rock (Forever Slave, Novocaine e Idioteque) amenizaron la estancia de los visitantes y paseantes. A destacar una alta participación de la juventud.

Junta Directiva de la Asociación de Vecinos de Montesol y adyacentes de L'Eliana en la Feria

L’Eliana Espai de Participació
El proyecto «L’Eliana Espai de Participació» que la Concejalía de Participación Ciudadana y Juventud, con el Apoyo del Consejo de Participación Ciudadana y del Consell dels Xiquets, desarrolló el mes pasado constaba de dos actividades: por un lado un curso de Gestión Asociativa, gratuito, pensado como una herramienta para conocer los recientes cambios legislativos que afectan al mundo asociativo, y obtener medios y consejos para mejorar y las posibilidades funcionales de las asociaciones sin ánimo de lucro. Por otro lado el día 29 de mayo una Feria Asociativa, en el Parque de la Pinada, donde en un ambiente festivo se pudo dar a conocer a los vecinos el trabajo que se realiza desde las asociaciones de L’Eliana.

Participación y Juventud
La Participación de la Juventud es uno de los temas pendientes a debatir en el Consejo de Participación Ciudadana, tal y como quedó patente en su última reunión. El mes de Septiembre el Consejo tiene previsto incluir este tema el orden del día.
En esta feria hay que destacar la participación del Consell del Xiquets, el Grupo Scout III Ímpetus, Eco el Pekeco, la Asociación de Rol Espada de Caín y Voluntarios y Monitores de Tiempo Libre Mcv's y Pij.

Asociacionismo en España
La Ley de Asociaciones de 1964, es el origen del Asociacionismo actual. Esto permite la creación en torno a la Iglesia Católica, de organizaciones como Cáritas o Cruz Roja Española. Estrenada la democracia y superada la fase de fuerte movilización sociopolítica del final del Franquismo, los partidos políticos ocupan espacios que hasta ese momento eran desempeñados por las asociaciones, que legitima la representación de los intereses colectivos, aceptándose con cierta ingenuidad, que los poderes públicos deben asumir la gestión directa de la protección y los servicios sociales para todos los ciudadanos. En los años 80, ante la creencia que la administración resolvería todo, las asociaciones pasan por un cierto periodo de desconcierto, de pérdida de objetivos y carácter de representación, quedando reducidas a meros "consultores". En general, se produce un sectarismo político y a menudo se trabaja sólo por intereses inmediatos y partidistas. Esto lleva a una desconfianza y falta de reconocimiento público y de interés hacia el asociacionismo. En los últimos años, se produce un intento de relanzar el asociacionismo, con el llamado voluntariado y llevar a cabo acciones basadas en la solidaridad. Se provoca así un proceso con una visión reduccionista de la participación y con dependencia de las instituciones públicas. Es necesario el rebrote del movimiento asociativo centrado en la participación independiente, el desarrollo sostenible y la juventud.

INICIATIVA SOCIAL Y ESTADO DE BIENESTAR EL PORTAL DEL VOLUNTARIADO Y LAS ONG

(*) Miembro de la Asociación de Vecinos de Montesol y adyacentes.

Página Infocivis en L'Eliana 2000, periódico de distribución gratuita que edita la Asociación de Vecinos de Montesol y adyacentes de L’Eliana en Valencia (España). Junio 2004.

¿Asociarse, para qué?

"La unión en el rebaño obliga al león a acostarse con hambre".
Proverbio africano.

J. JAVIER BELMONTE
Existen dos actitudes en el gran teatro de la vida. Permanecer como espectador acomodado del patio de butacas, observando con prismáticos desde el palco o en el gallinero, según estrato social. O bien bajar al escenario e intentar, como uno más de los actores, formar parte de la obra, aunque sea con papel secundario. En mi caso, si bien de joven se me pudo ver en un barrio de Valencia tocando la guitarra y cantando canciones protesta de Bob Dylan o Joan Baez, hasta elegir hace unos diez años L’Eliana como lugar de residencia, era un mero espectador impasible.

Algo tiene L’Eliana, ya sea por ser un municipio joven, ya sea por residir en una de las poblaciones de la Comunidad Valenciana con un mayor porcentaje de parejas jóvenes, convivimos con el dinamismo necesario para que puedan proliferar todo tipo de asociaciones, para todas las edades y para todos los gustos o necesidades. Ante este panorama es relativamente sencillo, para todos aquellos con inquietudes dormidas, despertar y encontrar el camino para dirigir sus energías en pro de una actividad que buscando un bien común, solo nos aporta la satisfacción personal de alcanzar algunos de los objetivos previstos. Ya sea desde una falla, una asociación deportiva, cultural, de madres o padres de alumnos, de vecinos o desde organismos más institucionales como consejos escolares, de participación ciudadana o foros de desarrollo sostenible, por poner solo algunos ejemplos, se puede participar en la vida asociativa de L’Eliana.

A mis hijos, como parte de mi obligación educadora como padre, he intentado trasladarles mi experiencia acumulada en el asociacionismo de L’Eliana, con un simple mensaje: «podéis esperar pasivamente mientras el entorno os moldea a su antojo o intentar influir de manera activa en mejorarlo». A pesar de las voces de algunos amigos, que no entienden el que se pueda «perder tiempo y energía, sin ninguna compensación económica», mi mayor satisfacción personal me la han proporcionado mis propios hijos. Cuando el menor, con 10 años, me sorprendió al decirme que se había apuntado a las elecciones al consejo escolar del Virgen del Carmen en su época de primaria y el mayor a la delegación de alumnos de la Facultad.