J. JAVIER BELMONTE
Basta echar una ojeada a los miles de artículos que el buscador de noticias de Google ofrece sobre el tema en Internet, para poder afirmar que la crisis financiera en Estados Unidos se está siguiendo con creciente preocupación al ir extendiéndose por todos los países del mundo.
El Dólar como símbolo de un Poder Financiero en cuestión. Billete de 10.000$. Flickr
“El gobierno ha de intervenir para evitar una catástrofe".
George Bush, presidente de Estados Unidos
El gobierno de la 1ª potencia económica propulsor en los últimos tiempos del neoliberalismo global, con la tesis de la liberación de los mercados de cualquier intervención estatal, pregonaba a los cuatro vientos que el mercado podría resolver por si mismo cualquier problema económico y social que pudiera surgir. Hoy, al borde de una profunda recesión, este mismo gobierno se encuentra con la paradoja y la necesidad de realizar una drástica intervención en su economía interna para evitar un colapso mundial. En el momento de escribir estas líneas, el Congreso de EEUU acaba de aprobar el plan de rescate financiero de 700 mil millones de dólares propuesto por el Secretario del Tesoro, la mayor intervención del Gobierno desde la Gran Depresión del 29. El mismo presidente, George Bush, ha tenido que salir a la palestra y reconocer públicamente “las limitaciones del mercado y defender la intervención del gobierno para evitar una catástrofe”.
Esta situación echan por tierra las recetas neoliberales del llamado Consenso de Washington diseñadas a principios de los años 90 del siglo pasado por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial para el crecimiento sostenido de los países en desarrollo. En estos momentos para los analistas, “las naciones con economías más neoliberales serán las que más se resientan en la crisis, con aumentos de inflación, huidas de capital, caída del crecimiento y elevación del desempleo”. Las naciones que aplicaron desde el principio, completamente y con mayor ímpetu las reformas recomendadas por el Consenso de Washington, como Argentina, todavía no han logrado superar los efectos de las salvajes recesiones económicas y financieras que produjeron sus recetas.
“La actual crisis financiera amenaza el bienestar de miles de millones de personas, en particular de los más pobres". Secretario General de la ONU
A finales del mes pasado y ante la 63 Asamblea General de la ONU, los discursos de los dirigentes de los 192 países participantes estuvieron dominados por el temor a que el contagio de la crisis de Estados Unidos origine una recesión global, exponiendo la necesidad de que los gobiernos deben de establecer controles en los sistemas financieros para prevenir las catástrofes económicas. Algunos representantes gubernamentales manifestaban “ante decisiones financieras privadas que tengan impacto público es necesario establecer reglas claras e iguales para todos”. El Secretario General de la ONU, advirtió en la Asamblea que “la actual crisis financiera mundial amenaza el bienestar de miles de millones de personas, en particular de los más pobres. Esta situación solo profundiza el daño causado por los cada vez más elevados precios de los alimentos y combustibles”.
“Como presidente velaré para que la corrupción no sea recompensada",
John McCain
“Necesitamos responsabilidad no sólo cuando hay una crisis",
Barack Obama
En el primer debate presidencial electoral en Estados Unidos, el aspirante demócrata, Barack Obama, acusó a su rival republicano, John McCain, de “apoyar las políticas de George Bush que han tenido como resultado la presente crisis financiera”, aunque ambos coincidieron en que el Congreso debe actuar lo más pronto posible para evitar un descalabro económico mundial. “Como presidente velaré para que en Wall Street y en Washington la corrupción no sea recompensada”, dijo McCain. Obama respondió al respecto: “necesitamos responsabilidad no sólo cuando hay una crisis” y recordó que “EEUU ha gastado más de 600 mil millones de dólares hasta ahora en la guerra de Irak, donde se ha demostrado que no existían armas de destrucción masiva."
“Es la peor crisis desde que tengo uso de razón",
Pedro Solbes
El vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía, Pedro Solbes, reconocía que la actual crisis económica es la más grave en décadas. "Es la peor desde que yo tengo uso de razón y tengo 66 años", afirmó. Solbes ha demandado al Banco Central Europeo que facilite "más liquidez" a los mercados, y que "preste más y por plazos algo mayores".
Avaricia y codicia
"Por nuestra codicia lo mucho es poco, por nuestra necesidad lo poco es mucho".
Francisco de Quevedo
J. JAVIER BELMONTE
Esta nueva crisis financiera en la que estamos entrando y que se vaticina sea la peor desde hace varias generaciones, se debe a algo tan antiguo y que existe desde que desapareció el mercado de trueque, y se extendió el uso de la moneda y el dinero en las transacciones comerciales:
Los avariciosos se aprovechan de los codiciosos ante la indiferencia y en ocasiones complicidad de los gobernantes
Hay un aspecto novedoso en esta crisis, la celeridad con que se producen las trasferencias de grandes capitales entre diferentes territorios y sectores económicos a nivel mundial, con total impunidad, simplemente pulsando el botón de enviar desde un ordenador portátil en una playa paradisíaca y con la permisividad de exenciones fiscales.
Otro aspecto novedoso, y debido a su alcance, es que se está poniendo en cuestión el modelo del liberalismo económico que nos ha traído esta crisis y que se nos presentaba como la única alternativa tras la caída del muro de Berlín y ante el comunismo.
Desde mi punto de vista el debate abierto no debería centrarse en derribar el modelo actual, sino más bien en introducir las medidas de corrección necesarias para controlar los mercados financieros de sus excesos, algo que se tendría que haber hecho a priori y no como ahora y a posteriori para evitar efectos catastróficos a costa del contribuyente, es mejor prevenir que curar. Pero para eso el Poder Político se ha de imponer al Financiero, convirtiéndolo en un simple sector más de la Economía y la Política (como pasó a serlo el Religioso y el Militar).
Este último hueco, me gustaría dedicarlo a la repercusión de esta crisis a nivel de la Administración Local. No cabe duda que además de afectar a la economía doméstica, también afecta a las cuentas de las Administraciones Públicas. En nuestro caso, en el editorial de L'Eliana 2000 para este mes, queda claramente reflejado. Solo quería destacar que el Ayuntamiento en el diseño del Plan de Estabilización que está preparando para los próximos 3 años, debería atender prioritariamente los servicios básicos que le corresponden por Ley, controlar el gasto interno y retrasar proyectos emblemáticos a tiempos mejores.
http://www.leliana2000.com/pdf/eliana2000octubre08.pdf
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