“Durante el siglo XXI y con una probabilidad del 90%, los hielos polares disminuirán, sobre todo en el Ártico, aumentará la frecuencia de las olas de calor, los ciclones tropicales, las precipitaciones catastróficas, la temperatura media hasta 4º y el nivel del mar subirá hasta 59 centímetros". Informe de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, febrero 2007J. JAVIER BELMONTE (*)
A partir de ahora la responsabilidad pasa a manos de los políticos, por fin los científicos han cerrado el debate, "el calentamiento que ha registrado el planeta es inequívoco, continuará de forma más extrema, y el ser humano es el responsable".
El hombre responsable de un cambio climático imparable
El hombre es responsable, sobre todo, de las emisiones de gases que producen el efecto invernadero asociadas a la industrialización. "El cambio climático, de momento, es imparable", afirman con rotundidad los científicos que han elaborado el nuevo informe de Naciones Unidas sobre cambio climático, un documento que el mes de febrero, fue asumido como propio por más de 100 países. En el informe anterior, de 2001, había más incertidumbres, por lo que los especialistas destacaron esta vez la solidez del nuevo estudio, elaborado por 3.000 expertos de 130 países y con una fiabilidad del 90%.
El efecto durante el siglo XXI será catastrófico
"El calentamiento es ya evidente a partir de los aumentos de la temperatura media del aire y del océano observados, del derretimiento de hielos y nieves y del aumento del nivel del mar registrado", explicaron los científicos reunidos en París. La temperatura de la Tierra subió el siglo pasado 0,76 grados, y subirá durante este siglo hasta 4 grados, lo que tendrá grandes efectos sobre la biodiversidad, las lluvias, las sequías, la subida del nivel del mar o la pérdida de los hielos polares. También influirá en los recursos alimenticios y en la sanidad, por citar solo algunos impactos. El desequilibrio que ha producido el hombre en el clima ya está hecho y, aunque las emisiones de gases de efecto invernadero se estancasen en el nivel del año 2000, lo que es casi imposible, a lo largo de este siglo la temperatura seguiría aumentando debido a las emisiones pasadas. "Este informe ha hecho sonar la sirena de alarma".
Los cambios en el siglo XXI serán más notorios que en el siglo XX, incluso empezando a tomar medidas para evitar que se superen los 2 grados de aumento de la temperatura media y para ello habría que reducir las emisiones entre un 20% y un 30% hacia 2020 y hasta un 80% en la segunda mitad del siglo XXI.
Apagón global
Los ecologistas encabezados por el grupo francés «La Alianza por el Planeta», llamaron la atención sobre este informe proponiendo un apagón global de 5 minutos, se mostraron satisfechos con el informe y coincidieron sobre la necesidad de tomar medidas urgentemente para evitar lo peor del calentamiento, pero destacando también que las conclusiones debían haber sido aún más contundentes.
Apagón global
Los ecologistas encabezados por el grupo francés «La Alianza por el Planeta», llamaron la atención sobre este informe proponiendo un apagón global de 5 minutos, se mostraron satisfechos con el informe y coincidieron sobre la necesidad de tomar medidas urgentemente para evitar lo peor del calentamiento, pero destacando también que las conclusiones debían haber sido aún más contundentes.
Por ejemplo, Greenpeace insistió en que el rango de calentamiento abarca hasta 7 grados centígrados a finales de siglo y que el informe se ha quedado corto sobre la subida del nivel del mar, teniendo en cuenta los resultados científicos reales.
Algunos datos del informe
Cambios observados. Disminución del grosor de los hielos árticos y de los glaciares en alta montaña, aumento de la temperatura media y cambios en la salinidad de los océanos, temperaturas más extremas, sequías más pronunciadas, mayor frecuencia de olas de calor y lluvias torrenciales, mayor intensidad de los ciclones tropicales y desfases de los ciclos de cría de animales, migración y floración.
Calentamiento actual. Once de los últimos 12 años han sido de los más calientes desde 1850.
Efecto invernadero. Se debe al aumento en la emisión de CO2, por el uso de combustibles fósiles y al metano y oxido nitroso usado en agricultura.
En el Ártico el aumento de las temperaturas registrado es casi el doble de la media global.
En la Antártida el aumento de las precipitaciones de nieve debido al cambio climático global, y los fríos extremos allí evitarán que se produzca una pérdida neta de hielo que contribuya a la subida del nivel del mar, como sucede con Groenlandia. Incluso podría formarse más hielo que ahora.
Calentamiento futuro. El aumento de temperatura media más probable en 2100 es de entre 1,8 y 4 grados centígrados, dependiendo de las medidas que se adopten.
Cambios en el siglo XXI. El calentamiento será mayor en tierra que en el mar. La capa de nieve disminuirá. Los hielos polares disminuirán, sobre todo en el Ártico. Aumentará la frecuencia de las olas de calor y las precipitaciones catastróficas. Probablemente los ciclones tropicales serán más intensos. Aumentarán las precipitaciones en latitudes altas y disminuirán en la mayoría de las regiones subtropicales. El nivel del mar subirá entre 18 y 59 centímetros.
¿Qué puedo hacer yo?
1. Instalar bombillas de bajo consumo.
2. Sustituir los electrodomésticos por otros más eficientes.
3. Ir de compras con bolsa reutilizable y no de un solo uso. Evitar plásticos.
4. Moverme en desplazamientos de menos de 3 Km. a pie o en bici.
5. En coche no pasar de 2000 revoluciones por minuto.
6. Comprar cerca de casa, productos del país, para reducir el transporte.
7. Instalar sistemas aislantes en casa.
8. Modular la calefacción entre 20º en invierno y 26º en verano.
9. Reducir el consumo de agua y papel.
10. Clasificar y recuperar los residuos.
Es la hora del ciudadano
"No debes quejarte de la nieve en el tejado de tu vecino cuando también cubre el umbral de tu casa". Confucio
J. JAVIER BELMONTE (*)
En el triángulo formado por técnicos, políticos y ciudadanos, los primeros por fin se han pronunciado de manera unánime y contundente. Tenemos encima de la mesa datos objetivos y observados de la situación actual sobre el cambio climático, sobre una cruda realidad que nosotros mismos hemos creado y que nuestros propios hijos y nietos nos empiezan a echar en cara.
Pero lo peor de todo, me temo, es que los políticos no van a estar a la altura de las circunstancias y del mayor desafío del siglo XXI. Los políticos no se van a atrever a tomar las drásticas medidas necesarias, que aún tomándolas ya llegarían tarde para revertir el proceso, y solo permitirían paliar en parte el desastre y la catástrofe que dejaremos en herencia a las próximas generaciones.
Ejemplos no faltan, mientras los estadounidenses son responsables del 36% de las emisiones de CO2, para su Administración este tema es algo muy secundario y no han tomado medida alguna para frenarlo. Para China con 1.300 millones de habitantes, donde cada día hay 44 mil nacimientos y "se crea una ciudad nueva”, ha empezado una loca carrera hacia un desarrollo “insostenible”, que le ha impulsado a iniciar la conquista de la gran reserva mundial de recursos naturales de África, que contribuirá notablemente a reforzar el cambio climático. Para la Comisión Europea, que hasta ahora solo recomendaba al sector del transporte por carretera la reducción de emisión de C02, tras el informe del Cambio Climático, ha pasado a legislar la obligación de reducir las emisiones de los automóviles que se vendan a partir de 2012 en un 26%. Esta medida, de tomarse en toda la Tierra, evitaría que la temperatura media supere los 2º, por lo que solo reduciría la mitad de la previsión de aumento y de su impacto catastrófico. Por otro lado España, entre los comprometidos, es el país que más se aleja del protocolo de Kioto.
La grave amenaza del cambio climático es mundial y solo se evitará mediante una respuesta mundial. Pero la respuesta mundial, no nos equivoquemos, es la respuesta de todos y cada uno de sus ciudadanos, que además somos los que cerramos el triángulo. Empecemos cada uno de nosotros a dar respuesta. Pero no valen las respuestas "esto es cosa de los políticos", "yo no puedo solucionar los problemas del mundo" o "es un problema a largo plazo, y los que vengan detrás tendrán que solucionarlo". Pensemos en lo que podemos hacer individualmente, para aportar nuestro grano de arena y presionemos a los políticos para que asuman la responsabilidad que les corresponde ante esta gran amenaza, que pasará a formar parte de la historia negra de la humanidad.
(*) Presidente de la Asociación de Vecinos de Montesol y adyacentes.
Escrito en L'Eliana 2000
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