La población del Camp de Túria ha crecido un 64% desde la inauguración de la autovía en 1992

La puesta en marcha de todos los proyectos urbanísticos previstos podría volver a colapsar la CV-35

El Camp de Túria ha crecido en los últimos 13 años un 50% más que el resto de la provincia de Valencia. Este «boom» urbanístico ha estado marcado por la inauguración en 1992 de la autovía de Ademuz (CV-35). Pero ahora los distintos ayuntamientos de la comarca prevén triplicar de nuevo su población dando salida a multitud de proyectos constructivos, justo en el momento en que se tienen que iniciar las obras para una nueva ampliación de la carretera. ¿Será suficiente esta vez?

Autovía de Ademuz. Imagen de la carretera a su paso por L’Eliana, donde suelen registrarse las primeras retenciones en los días de tráfico intenso.

Voro Contreras, L'Eliana

En 1994, el por entonces alcalde de Llíria y actual diputado nacional del PSOE, Ricard Torres, escribía: «el Camp de Túria se encuentra en un momento de cambio histórico, ya que, sobre todo desde la construcción de la autovía en 1992, se ha convertido en receptora de la población que huye de la ciudad en busca de un modelo más próximo a la naturaleza». En aquel año, los vecinos de la comarca habían cumplido ya su sueño de sustituir por una nueva y flamante autovía la vieja carretera de Ademuz, que desde Valencia recorría la comarca atravesando los cascos urbanos de la Pobla de Vallbona, Benissanó o Llíria hasta adentrarse en los Serranos.

Aquella C-234 era una carretera de dos carriles interminable, con un tráfico denso que se convertía en imposible los domingos por la tarde cuando los dueños de los chalés volvían a sus hogares en la ciudad.

Al rebufo de esta vieja carretera, sólo l'Eliana había logrado crecer de forma exponencial en cuanto a número de habitantes, mientras que el resto de municipios miraban con cierta envidia cómo el ladrillo convertía a este pequeño pueblo en uno de los más prósperos de la provincia. La política urbanística de segunda residencia de l'Eliana era el ejemplo a seguir por los otros municipios, y para ello hacía falta acercar Valencia al Camp de Túria a través de una vía de comunicación amplia y moderna.

48.790 habitantes más

La inauguración de la CV-35, o autovía de Ademuz, en 1992 puede considerarse, pues, un punto de partida para entender uno de los fenómenos de crecimiento de población más singulares vividos en la Comunidad Valenciana durante la última década. Ese año, la comarca del Camp de Túria contaba con unos 76.900 habitantes censados, según los datos del Instituto Nacional de Estadística. Ahora, recién iniciado 2006, la comarca cuenta con un censo de 125.698 habitantes. Es decir, desde que se inauguró la autovía de Ademuz hasta hoy, la población del Camp de Túria ha crecido un 63,41%, mientras que la media de la provincia en este mismo período sube sólo el 13,14%.

Este crecimiento es si cabe más patente en los pueblos atravesados por la autovía. Así, la Pobla de Vallbona ha pasado de tener 8.122 habitantes en 1992 a contar con 17.114, lo que supone un crecimiento de un 110,71%. San Antonio de Benagéber contaba con 2.142 en 1998 y ahora tiene 4.356 (103,36%). L'Eliana tenía 8.626 empadronados en 1992 y en 2005 tiene 15.666 (un 81,61%) y Llíria, la capital, ha pasado de los 13.720 habitantes a los 20.224 (un 47,41% más).

Está claro pues que la CV-35 ha cumplido hasta ahora un papel importante en el crecimiento urbanístico de la comarca, acercándola a aquellos que querían dejar sus casas en la gran ciudad en busca de ese «modelo más próximo a la naturaleza» que decía Ricard Torres, pero sin perder de vista sus puestos de trabajo y los servicios que disfrutaban en la capital. Quizás ahí esté el gran aporte negativo de la autovía, el haber contribuido a que el Camp de Túria nunca deje de ser una ciudad-dormitorio para los vecinos de Valencia.

Pero entrado el siglo XXI, la tendencia del crecimiento urbanístico de la comarca no se ha estabilizado, sino más bien todo lo contrario. Al amparo de la LRAU, los ayuntamientos han trazado su futuro al alza, dibujando en sus mapas tal número de nuevas urbanizaciones y proyectando tantos PAI que todo parece indicar que, en pocos años, la autovía CV-35 se quedará tan vieja como en 1992 lo era la antigua carretera de Ademuz. Para prever esta situación, sólo hay que fijarse en las previsiones de crecimiento que se han marcado los cuatro municipios anteriormente nombrados.

Así, el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de San Antonio aprobado en 2001 calculaba la construcción de unas 5.264 nuevas viviendas -alrededor de 16.000 habitantes-, a los que se podría sumar los famosos proyectos en la Conarda y el Pla del Pou que aportarían, de hacerse realidad, 25.000 vecinos más. En total, en unos veinte años San Antonio contaría con cerca de 40.000 habitantes. L'Eliana, por su parte, ya tiene su término adjudicado casi en su totalidad, por lo que se calcula una población máxima de unos 22.000 habitantes. El PGOU de la Pobla de Vallbona prevé la edificación de un máximo de 16.000 viviendas en los próximos quince años gracias a la puesta en marcha de cerca de 20 PAI, lo que significa aumentar la población a unos 64.000 vecinos. Mientras que Llíria contempla en su término unas 26.000 casas, lo que equivaldría a más de 75.000 habitantes en 2025.

A estas cifras habría que añadir las posibilidades que ofrecen otros municipios que todavía no han pegado el «estirón» urbanístico, como Casinos o Benaguasil, o los de la comarca de los Serranos, la en teoría gran beneficiada por el proyecto de ampliación de la autovía hasta Losa del Obispo.

Así pues, no es de extrañar que las retenciones que sufría la antigua carretera de Ademuz se siguen produciendo 25 años después y parece más que evidente la necesidad de ampliar la autovía para que pueda asumir con ciertas garantías tal cantidad de potenciales usuarios. En principio, el Consell ha anunciado para «finales de diciembre o principios de enero» la ampliación a un tercer carril entre la salida de la A-7 hasta Llíria, para eliminar así las retenciones que se producen en el punto de conexión de la CV-35 con el by pass. También entonces comenzarán las obras de desdoblamiento de la carretera entre Llíria y Losa del Obispo, que en la actualidad es una vía con un carril en cada sentido.

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