Los valencianos padecen en un mismo día otras dos averías en la red de metro. Parte del pasaje de un convoy se queda atrapado 40 minutos en el túnel de Ángel Guimerá
La primera unidad de un metro se quedó ayer parada en el túnel de Ángel Guimerá por una avería. Varios pasajeros permanecieron atrapados 40 minutos. Ferrocarrils indicó que el problema se resolvió en la mitad de tiempo. Además, también ayer parte del servicio de tranvías de la línea 4 quedó interrumpido una hora por otra avería.
A. G. R.
No es una buena semana para los usuarios de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana. En apenas cuatro días, el metro y el tranvía han registrado cuatro averías, lo que ha causado retrasos a cientos de pasajeros.
El último de los contratiempos se produjo ayer alrededor de las cuatro y media de la tarde. Un metro, que se dirigía a Bétera, se quedó parado en la estación de Ángel Guimerá por un problema en el motor. Uno de los pasajeros que marchaba en el convoy aclaró que parte del primer tren se quedó en la parte del túnel, por lo que los pasajeros no pudieron abandonar la unidad mientras duró la avería. FGV, por su parte, indicó que el problema se resolvió en 20 minutos, mientras algunos afectados aumentaron la duración justo al doble.
Fuentes de la empresa explicaron que en ningún momento se interrumpió el servicio en la línea 1, ya que se optó por habilitar la otra vía para ambas direcciones. Pese a la medida, se produjeron retrasos de aproximadamente diez minutos en otros trenes, según la compañía. Finalmente, el metro, en el que viajaban más de un centenar de personas, fue reparado en la propia estación.
La mañana tampoco había sido tranquila en el tranvía, otro de los servicios de Metrovalencia. Pocos minutos antes de las diez, un convoy de la línea 4 de Ferrocarrils se detuvo por un problema de tracción a su llegada al Pont de Fusta.
El servicio en dirección hacia Doctor Lluch se pudo mantener al menos de forma provisional, ya que los tranvías que procedían de Mas del Rosari pudieron dar la vuelta y hacer el recorrido. No ocurrió lo mismo con los que salieron de la Malvarrosa. Fuentes de FGV explicaron que cuatro de estos convoyes se vieron afectados, pero no cuantificaron el retraso.
No fue en hora punta
Ferrocarrils restó importancia al número de pasajeros afectados, aunque no pudo precisar su cifra. Fuentes de la compañía indicaron que la avería no se produjo en hora punta y, por tanto, muchos estudiantes que utilizan este transporte para ir a la universidad ya estaban en clase.
La de ayer fue la cuarta avería que registra Metrovalencia desde el pasado lunes. La más grave, sin duda, ocurrió el primer día de la semana en la estación de Túria, –nuevamente la línea 1– cuando 200 pasajeros se quedaron atrapados un cuarto de hora en un vagón.
Un fallo en el sistema automático de apertura de puertas fue la causa del incidente. El maquinista logró abrir uno de los accesos –el más próximo a su cabina– de forma manual y el pasaje fue evacuado. La unidad UTA 3700 –como la que sufrió el accidente el pasado 3 de julio– fue reparada en talleres.
La segunda incidencia de la semana se produjo el miércoles, aunque esta vez estuvo directamente relacionada con la meteorología. Uno de los 2.000 rayos que cayeron en la Comunitat dañó la subestación eléctrica de Benaguacil, que suministra al tramo de la línea 1 comprendido entre l’Eliana y Llíria.
FGV admitió que se trata de una “mala racha”, pero son incidentes que suceden en cualquier explotación de España y de cualquier país europeo.
Testimonio. “Hubo miradas de preocupación”
Alejandro fue uno de los pasajeros que ayer permaneció cuarenta minutos atrapado en el túnel de la estación de Ángel Guimerá. “No cundió el pánico, pero sí hubo miradas de preocupación entre los ocupantes. La gente llamaba por sus móviles diciendo que iban a llegar más tarde”, explicó. Por suerte, desde el vagón, a unos diez metros, se veía la estación.
Durante el tiempo que los pasajeros estuvieron atrapados, la maquinista apareció dos veces, aunque no reveló la causa de la avería. “Con el retraso, al final, no he podido llegar a clase”, lamentó Alejandro.
Fuente lasprovincias.es
La primera unidad de un metro se quedó ayer parada en el túnel de Ángel Guimerá por una avería. Varios pasajeros permanecieron atrapados 40 minutos. Ferrocarrils indicó que el problema se resolvió en la mitad de tiempo. Además, también ayer parte del servicio de tranvías de la línea 4 quedó interrumpido una hora por otra avería.
A. G. R.
No es una buena semana para los usuarios de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana. En apenas cuatro días, el metro y el tranvía han registrado cuatro averías, lo que ha causado retrasos a cientos de pasajeros.
El último de los contratiempos se produjo ayer alrededor de las cuatro y media de la tarde. Un metro, que se dirigía a Bétera, se quedó parado en la estación de Ángel Guimerá por un problema en el motor. Uno de los pasajeros que marchaba en el convoy aclaró que parte del primer tren se quedó en la parte del túnel, por lo que los pasajeros no pudieron abandonar la unidad mientras duró la avería. FGV, por su parte, indicó que el problema se resolvió en 20 minutos, mientras algunos afectados aumentaron la duración justo al doble.
Fuentes de la empresa explicaron que en ningún momento se interrumpió el servicio en la línea 1, ya que se optó por habilitar la otra vía para ambas direcciones. Pese a la medida, se produjeron retrasos de aproximadamente diez minutos en otros trenes, según la compañía. Finalmente, el metro, en el que viajaban más de un centenar de personas, fue reparado en la propia estación.
La mañana tampoco había sido tranquila en el tranvía, otro de los servicios de Metrovalencia. Pocos minutos antes de las diez, un convoy de la línea 4 de Ferrocarrils se detuvo por un problema de tracción a su llegada al Pont de Fusta.
El servicio en dirección hacia Doctor Lluch se pudo mantener al menos de forma provisional, ya que los tranvías que procedían de Mas del Rosari pudieron dar la vuelta y hacer el recorrido. No ocurrió lo mismo con los que salieron de la Malvarrosa. Fuentes de FGV explicaron que cuatro de estos convoyes se vieron afectados, pero no cuantificaron el retraso.
No fue en hora punta
Ferrocarrils restó importancia al número de pasajeros afectados, aunque no pudo precisar su cifra. Fuentes de la compañía indicaron que la avería no se produjo en hora punta y, por tanto, muchos estudiantes que utilizan este transporte para ir a la universidad ya estaban en clase.
La de ayer fue la cuarta avería que registra Metrovalencia desde el pasado lunes. La más grave, sin duda, ocurrió el primer día de la semana en la estación de Túria, –nuevamente la línea 1– cuando 200 pasajeros se quedaron atrapados un cuarto de hora en un vagón.
Un fallo en el sistema automático de apertura de puertas fue la causa del incidente. El maquinista logró abrir uno de los accesos –el más próximo a su cabina– de forma manual y el pasaje fue evacuado. La unidad UTA 3700 –como la que sufrió el accidente el pasado 3 de julio– fue reparada en talleres.
La segunda incidencia de la semana se produjo el miércoles, aunque esta vez estuvo directamente relacionada con la meteorología. Uno de los 2.000 rayos que cayeron en la Comunitat dañó la subestación eléctrica de Benaguacil, que suministra al tramo de la línea 1 comprendido entre l’Eliana y Llíria.
FGV admitió que se trata de una “mala racha”, pero son incidentes que suceden en cualquier explotación de España y de cualquier país europeo.
Testimonio. “Hubo miradas de preocupación”
Alejandro fue uno de los pasajeros que ayer permaneció cuarenta minutos atrapado en el túnel de la estación de Ángel Guimerá. “No cundió el pánico, pero sí hubo miradas de preocupación entre los ocupantes. La gente llamaba por sus móviles diciendo que iban a llegar más tarde”, explicó. Por suerte, desde el vagón, a unos diez metros, se veía la estación.
Durante el tiempo que los pasajeros estuvieron atrapados, la maquinista apareció dos veces, aunque no reveló la causa de la avería. “Con el retraso, al final, no he podido llegar a clase”, lamentó Alejandro.
Fuente lasprovincias.es
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